viernes, 31 de julio de 2020

Nuestro comportamiento cuando pensamos distinto a los demás

A veces me afecta emocionalmente que una persona opine diferente a mí y me encuentro atravesado por una combinación de sentimientos. Al principio lo registro como enojo o repulsión, luego llega el momento de la frustración o decepción, después aparece la aceptación y por último el aprendizaje y la acción.

El enojo y la repulsión hacia todo aquello que causó esa sensación me surgen instintivamente como estrategia de defensa y resistencia interna ante lo que me esta pasando que seguramente me interpela de alguna manera, toca las fibras más intrínsecas de mi persona y me hace repensar ciertos conceptos que llevo guardados dentro mío como verdades absolutas. 

La frustración y la decepción aparecen al darme cuenta que no todas las personas actúan, piensan o sienten igual, no voy a lograr convencerlos de que cambien de idea, ni tampoco podré evitar que se enojen cuando expreso una opinión diferente. Me doy cuenta que esa persona tiene algo distinto a mí y me ubica en un lugar extremo de creer que esa diferencia me aleja y ya no hay nada en común que nos pueda unir o que logre sostener ese vínculo que tenemos.

La aceptación es ese momento en el que entiendo que cada cual tiene su forma de comprender la vida y sus vicisitudes, su manera de encarar los conflictos del día a día y su mecanismo para expresarlo con las demás personas. En ese instante interpreto que existe un conflicto, una situación de incomodidad, pero ya dejo de lado el sentimiento de enojo inicial y lo comienzo a ver como parte de un proceso natural de interacción con otras personas. No sería sano que todos seamos iguales porque de ese modo estaríamos eternamente en una "zona de confort mental" al rodearnos siempre de un entorno que coincida completamente con nuestra manera de ver las cosas.

El aprendizaje tiene que ver con tomar eso que ocurrió, replantearlo adentro mío, y evaluar la posibilidad de cambiar mi parecer, mi comportamiento o mis acciones, vivirlo como una enseñanza que me ayude a crecer profesionalmente y como persona, sin alejarme de mi esencia sino más bien poniendo en duda una creencia sobre un tema en particular. La acción es un proceso que requiere de una total valentía y deconstrucción de mi persona, ya que si o si tengo que refutar una verdad instalada para volverla a confirmar ,reemplazarla por otra o re adaptarla a un término medio entre ambas.

En conclusión, considero que muchas veces todo este procedimiento se lleva a cabo en forma inconsciente y no lo terminamos de percibir. Lo importante ,creo yo, es poder identificar en qué etapa nos encontramos para transitarlo de la mejor manera posible, entendiendo que es parte de algo que si bien nos incomoda, si lo tomamos como una herramienta de vida, nos desafía a aprender y puede ser muy valioso para nuestra maduración como persona.

2 comentarios:

El Rincón de Keren dijo...

Hola, Javi!! Encuentro importante saber identificar cada emoción. Pero supongo que es solo es la punta del iceberg, porque pasamos también con la desesperación, cuando vemos que ese "algo" no cambia. El poder de la paciencia, y de confiar en que se ponga en su lugar. Pero me ha encantado que hayas expuesto todos las fases. Soy nueva en tu blog. Por favor, quiero leer más de ti. Te sigo en tuiter.

Un saludo!!

Javi Musi dijo...

Hola Karen! Muchas gracias por leerme y dejar tu mensaje. Sin dudas es complicado tener la capacidad de identificar cada emoción, porque muchas veces el mismo enojo nos nubla. Pero bueno como seres humanos somos falibles y aprendemos constantemente así que bienvenida sea esa incomodidad si puede servir como aprendizaje.
Te mantengo al tanto de mis publicaciones. Saludos!!