viernes, 3 de julio de 2020

LIBERTADES INDIVIDUALES EN DISPUTA: UN CONFLICTO DE PRIORIDADES



La palabra “libertad” en un sentido amplio y según el diccionario hace referencia a la capacidad humana de “obrar según la propia voluntad”. En cierta forma lo que nos está queriendo decir la definición es que, un estado puro de libertad se logra cuando una persona puede decidir qué hacer y qué no, siguiendo su deseo y no el que le pueda imponer otra persona en forma coercitiva.

Ahora bien, todo individuo vive en una sociedad y para ello hay que establecer reglas de convivencia. Por eso, si nos remontamos a hechos históricos que nos definieron como sociedad es importante mencionar el concepto de estado de naturaleza que definió el filósofo Thomas Hobbes en su obra más conocida: “El Leviatán”.

En pocas palabras en ese texto cuenta que se acordaron ciertas normas a partir del siguiente precepto: “los seres humanos acuerdan un contrato social implícito que les otorga ciertos derechos a cambio de abandonar la libertad de la que se dispondría en un estado de naturaleza”.

Toda esta introducción parece necesaria para entender la situación que atravesamos con una mirada amplia y cotejando no solo las sensaciones momentáneas, sino también analizando hechos de la historia que nos construyeron como sociedad moderna. En cierta manera hoy en Argentina y en el mundo nos encontramos viviendo algo histórico de lo cual hablarán los libros del futuro.

En un momento en el que el foco de debate son las libertades que nos brinda o no el gobierno debido al anuncio presidencial de endurecer la cuarentena, se generó nuevamente una fractura en la sociedad porque lo que se pone en juego es un nuevo contrato entre los ciudadanos y el poder de turno. Este nuevo contrato nos dice que no podemos salir a la calle (salvo excepciones puntuales) para “cuidarnos y cuidar a las demás personas”.

Al momento de escribir estas líneas ya superamos los 100 días desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio y en el aire se respira un ambiente de desgaste emocional, físico y psicológico debido al tiempo transcurrido y a la necesidad de poder salir a la calle libremente como antes.

En este contexto uno puede entender a las personas que sienten limitadas sus libertades, desde un punto de vista estrictamente económico, debido a su necesidad de salir a trabajar para poder subsistir, con la desesperación que puede generar ver que su propio emprendimiento, negocio, empresa se caen debido a la falta de consumo ocasionada porque las personas se encuentran en sus casas.

Pero, a mi forma de ver y ante una economía fluctuante como la de Argentina, se puede deducir que en todas estas decisiones hubo que establecer prioridades. La discusión de fondo tiene que ver con lo que cada persona entiende como importante para su vida y para la de los demás y esa es una resolución que en estos momentos está en manos del estado.

Aquí está el foco del “problema” y tiene que ver con el rol de estado que cada persona pretende, si quieren un estado más presente que tome decisiones que puedan impactar directamente en la vida de las personas o si quieren un estado que ocupe un rol más pasivo y no se involucre demasiado.

Las personas estamos entendiendo lo importante que son los vínculos y la necesidad de poder vernos, pero a la vez uno quiere ver a sus afectos con salud. Podríamos poner en debate el concepto de salud como algo integral y barajar la importancia de la salud mental en lo que creo que no se logró trabajar positivamente, no se brindaron herramientas ni soluciones para atacar ese factor que afecta en un proceso de aislamiento y sobre todo a las personas de riesgo como pueden ser los adultos mayores.

Ante la cantidad de contagios diarios que se encuentra en aumento, las muertes que proporcionalmente siguen ese mismo camino, creo que tendríamos que re preguntarnos qué tipo de libertad queremos y a qué precio la queremos. Todos estamos cansados, sentimos la ausencia de contacto con seres queridos o vimos nuestras economías afectadas, pero a la vez queremos estar bien y que las demás personas estén bien también.

Sin dudas, la medida de endurecer el estado de aislamiento social preventivo y obligatorio, es restrictiva y arriesgada, pero creo yo, que hay que hacer el ejercicio de analizar todas las variables y establecer lo que realmente sentimos que es importante. Reflexionar, dejando de lado los prejuicios que tengamos, teniendo en cuenta una mirada empática ante todos estos factores que mencionamos y entendiendo que cada país tiene su particularidad y estamos transitando una pandemia mundial.


®JAM®

No hay comentarios: