viernes, 26 de junio de 2020

REPLANTEO DE VÍNCULOS: LA “NO NECESIDAD” DE ESTAR Y PERTENECER


La necesidad de estar y pertenecer en el mundo pre pandémico en el que vivíamos, nos solía condicionar bastante como personas sociales que somos. Nos ubicaba en un lugar en el que muchas veces hacíamos cosas o estábamos en lugares que no queríamos estar, pero que la misma costumbre o el propio sentido de pertenencia nos llevaban a hacerlo.
Este modo de relacionarnos  muchas veces nos atraviesa y nos muestra las miserias humanas más profundas de nuestro ser. Nos posiciona en un lugar en el que existe un patrón común de comportamiento donde aunque no estemos del todo de acuerdo, somos una pieza más de ese engranaje. Si bien en todo colectivo de personas existen diferentes criterios, estas lógicas grupales muchas veces no aceptan otras opiniones o castigan al que piensa distinto y eso es la que las termina haciendo tóxicas.
De esta manera, casi por inercia y por tiempo indeterminado formamos parte de algo que no somos ni queremos ser y participamos de una dinámica que nos afecta intelectual y emocionalmente. Por eso es importante detectar y poder percibir lo que nos pasa cuando pertenecemos y participamos en alguno de estos grupos de trabajo, amigos, familia, etc...que se nos afectan en nuestra conducta cotidiana. 
Por eso, resulta interesante poder diferenciar entre un vínculo individual, en el que podemos escucharnos y profundizar sobre nuestras sensaciones; y un vínculo grupal que tiene su propia lógica y construcción en la que está muy presente la mirada de las demás personas y en la que ,en casos negativos, el funcionamiento puede ser estanco y restrictivo. 
En este contexto en el que nos encontramos desarmando vínculos ya prefijados, revisando amistades, es importante poder entender que los límites los pone uno en cuanto a la intensidad y a la prioridad que le damos a las personas. Somos nosotros quienes decidimos a quién dedicarle nuestra energía y nuestro tiempo.

1 comentario:

Sebazo dijo...

La cuarentena: un gran momento de introspección y reformulación de los vínculos.
Muy bueno, Musi!