En un momento de mi vida creí que la frase "no cambies
nunca" era un halago, pero con el tiempo me dí cuenta que no era tan así,
porque algo que no cambia es estanco y sin vida.
Con el correr de los años encontré en el cambio y las
contradicciones internas, una virtud y empecé a tomarlo como parte de la propia
vida y sus vicisitudes. Todo el tiempo estamos tomando decisiones que ponen en
juego o definen nuestro camino y eso muchas veces es parte de un proceso que
lleva asociado un replanteo de ideas o pre conceptos que tenemos fijados por nuestra
educación, la cultura, las instituciones donde asistimos o incluso nuestras
familias.
Aquí está el foco del asunto y tiene que ver con la acción
de tomar decisiones que nos marcan el destino de nuestra vida, más allá de las
creencias que cada persona tenga, el momento de tomar una decisión es complejo
y produce mucho miedo, porque se ponen en juego muchas cosas y siempre algo se
pierde.
"El que no arriesga no gana" dice una frase muy
conocida y a mi forma de ver es válida, siempre y cuando la tomemos para
situaciones puntuales y no lo apliquemos indiscriminadamente. Hay momentos en
los que la vida nos pone a prueba para ver qué somos capaces de hacer y a qué
costo. Y si logramos desarmar ciertos prejuicios que llevamos dentro para
madurar y pasar de un estado hacia otro.
Ese proceso puede ser traumático, solitario u oscuro pero
trae consigo una gran enseñanza: la vida es dinámica y lo que nos va sucediendo
o lo que vamos haciendo nos transforma y nos describe como personas. Por eso
considero, que esa contradicción interna puede ser vista como una etapa
errática por momentos, pero es un síntoma de algo que no anda bien o de algo
que puede necesitar un cambio para estar mucho mejor y que solo nosotros
podemos dar un paso más y convertirlo en acción.
Puedo interpretar que “ese cambio” del que se habla en el
primer párrafo es una invitación a no modificar la esencia de la persona y el
“don de gente”, pero al mismo tiempo entiendo que somos personas sociales que
nos construimos y deconstruimos todo el tiempo, vivimos aprendiendo y
desaprendiendo, en búsqueda constante de nuestra propia esencia y justamente
eso es lo que nos hace seres vivos y falibles.
7 comentarios:
Muy cierto todo lo que dices, el mundo se reinventa a diario, el cambio es absolutamente válido y necesario en la vida, saludos
Coincido al 100% . Gracias por la reflexión :)
Somos la construccion de nuestras propias elecciones. Estamos en constante movimiento, cambios, mutamos. Lo que NO implica que podamos contemolar la pausa, el descanso, lo quieto. Lejos de estar estancado, es estar consigo.
Hermoso todo lo que va surgiendo. Lo celebro mucho! A seguir produciendo...
Sin dudas. Gracias por tu apoyo!!
Así es, la dinámica de vivir es lo que nos mantiene vivos jaja aunque parezca redundante. Abrazo Emi. Muchas gracias.
Interesante mirada Do. Entiendo que ese descanso y esa quietud es parte de una accion y una decisión. Encuentro también cierta inquietud y búsqueda en esa etapa. Gracias por tu comentario. Abrazo y beso grande.
Un gran post y una gran reflexión. La verdad es que sí, somos personas sociales que nos construimos y deconstruimos todo el tiempo. El cambio forma parte del proceso vital.
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