Los Redondos me acompañan en este viernes, que parece ser uno más
entre tantos otros…pero no creo que sea así, en la rutina se pierden un poco
las cosas. Me encuentro concentrado y con mucho por hacer, por suerte está
ligado a tareas que me gustan. Así que no me queda otra que hacerme cargo. El
contexto es vertiginoso pero alentador. La vida se desenvuelve segundo a
segundo y no hay demasiado tiempo para pensar.
La cabeza funciona a diez mil kilómetros por hora. Siento que
estoy haciendo el máximo esfuerzo y eso me pone bien. La motivación aumenta y
la adrenalina despierta. No me quedo sentado esperando un cambio, salgo a
buscar y me hago dueño de la acción. Enciendo el motor y comienzo un viaje
eterno, plagado de responsabilidades, tensiones y alegrías.
JAM
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