El amor incomoda en el mundo del sálvese quien pueda.
El amor incomoda en una sociedad en la que la violencia está avalada por los de arriba.
El amor incomoda en un contexto en el que se le pega a los viejos.
El amor incomoda en un momento en donde el individualismo predomina.
El amor incomoda en un país en el que cada vez más gente no llega a fin de mes.
El amor incomoda porque es nuestra mejor rebeldía ante tanta atrocidad y pérdida de derechos.
El amor incomoda porque no se compra ni se vende, ni se cambia por criptomonedas, incomoda porque se siente y es impredecible, en un mundo en el que hasta el sentir se programa.
JM